En la actualidad a pesar de la existencia de las normas y del esfuerzo que se viene realizando, vemos con frecuencia modificaciones y uso inadecuado del uniforme.

Varios profesionales plantean que estas modificaciones responden a   la incorporación de un gran número de personas jóvenes a la especialidad, que no tienen una orientación adecuada o no se les exige el cumplimiento de las normas, y que para ellos, estas modificaciones, responden a las nuevas corrientes del vestir y de la moda de la juventud para la vestimenta social.

Además de su uniforme, el calzado es otro componente vital en su atuendo. Al igual que en uniformes médicos, zapatos específicos están garantizados para que puedan desempeñar sus funciones con comodidad. Se trata de un mosto que sus zapatos deben estar en forma, cómodo y en buenas condiciones, de lo contrario puede conducir a la fatiga de las piernas y lesiones. Anteriormente, los zapatos son de color blanco, pero en la actualidad, los zapatos son de arnés de vuelta o tapar de estilo.

Otra parte importante de su uniforme es los calcetines de compresión. Estos calcetines son más cómodos de usar en comparación con las medias corriente, ya que evita la entrada de humedad en la piel y es compatible con las piernas durante las largas horas de turno. La mayoría de ellos prefieren usar medias de compresión porque se sienten menos fatiga y que se sienta cómodo usándolos. Dado que trabajan en sus pies todo el día ya veces toda la noche, la pierna de apoyo se necesita más.

Si usan batas, es vital que los pantalones deben tener una adecuada adaptación, ni muy apretado ni muy suelto, para el confort y la comodidad en el movimiento. Las enfermeras de los pelos también se mantienen y se ata en la parte posterior, si su cabello es largo, mientras que los enfermeros de pelo debe estar en la longitud correcta.

Los expertos refieren que el hecho de que no se use el uniforme en la etapa de formación, impide la incorporación de la práctica de su uso correcto; por tal motivo, cuando finalmente el alumno se gradúa, piensa, casi siempre y primero, en hacerle modificaciones impropias para realizar las actividades de la práctica asistencial y no en su uso correcto. Estos entrevistados plantean que se debe retomar en los estudiantes de enfermería el uso de un uniforme que desde su formación permita monitorizar y guiar el cumplimiento del reglamento que norma su uso.

La utilización de una vestimenta adecuada, responde a las normas y exigencias de la profesión, así como el respeto que le tiene a la sociedad, elementos que favorecen una adecuada imagen social. Una enfermera u enfermero vestido correctamente inspira confianza y es socialmente respetado. Es por ello que para mejorar la situación actual, es necesario actuar como agentes de cambio.

La Enfermería como agente de cambio, incluye en sus funciones la comunicación interpersonal, defensora y colaboradora de la profesión. Estas funciones se sustentan en la suposición filosófica, de que sus profesionales deben llevar a cabo cambios para promover el bienestar, además de mantener una socialización para el ejercicio profesional, a través de la educación a sus colegas, constituyéndose en promotor de la función básica de su profesión a través del liderazgo.

Es meritorio señalar que la Enfermería se socializa en una imagen profesional al incrementar la conciencia que tiene de sí misma y al fomentar el respeto a sus capacidades, al apreciar y reconocer las necesidades de educación continua y al integrar los elementos cognitivos e interpersonales del yo profesional en su rol. La condición de profesión se logra cuando una actividad, indispensable para la sociedad, se realiza con un elevado nivel intelectual en sus decisiones.

Por tal motivo todos los profesionales de enfermería tienen la responsabilidad de mantener y fomentar una imagen adecuada, pues ésta es la apariencia visible de una persona o profesión, lo que se proyecta a la sociedad y ésta a su vez percibe de nosotros.

Desde el punto de vista social, autores como Kérovac plantea que las relaciones del enfermero en la sociedad se basan en un estado de equilibrio entre las habilidades para prescribir, asignar, manejar y mantener los sistemas de auto-cuidados terapéuticos de las personas y las capacidades de estas y de sus familiares para realizarlas, bajo la guía de un código ético y de responsabilidad social. De este criterio pudiera pensarse que no se tiene en cuenta la presencia de la enfermera (o), correctamente vestido durante el ejercicio de sus funciones, pero no se puede olvidar que los problemas se presentan de modo diferente en cada país, ciudad o área y que si no señalan problemas con la vestimenta es porque no lo tienen o no es esta la arista del pensamiento enfermero que les interesa plasmar.

Actualmente todo el personal sanitario viste el mismo uniforme, sin distinciones de ningún tipo o con distintivos casi invisibles o de diferentes colores que resultan desconocidos para quien no es personal sanitario”. Todo está muy bien socializado y aparentemente no existen distintivos jerárquicos, aunque el paciente nunca tiene muy claro quién le está atendiendo ni qué profesional le está practicando la técnica.

En tiempo más modernos, se ha cuidado mucho la presencia del personal de enfermería en casi todas las ocasiones sin considerar mucho lo cómodo o práctico del uniforme, pero siempre tratando de dar una imagen de pulcritud e incluso de superioridad.

LA ERA DE LA MEDICINA SCRUBS (PRESENTE)

El UNIFORME BLANCO se ha convertido en el uniforme oficial y universalmente aceptada de las enfermeras. Sin embargo, debido a las demandas de las enfermeras, muchos cambiaron de ropas más cómodas ahora se conocer como los trajes de MATORRALES o comúnmente  los UNIFORMES MÉDICOS.

Actualmente las cofias han desaparecido casi por completo y una de las causas de ello es a causa de las infecciones nosocomiales, es decir, las infecciones oportunistas que «viajan» en prendas que no se limpian a diario, como es el caso de las cofias. Las capas también han caído en desuso, pues antes se utilizaban mucho cuando las enfermeras tenían el turno de noche, ya que se las ponían para no pasar frío, ya que eran de fieltro y abrigaban bastante, pero ahora, afortunadamente, ya hay calefacción en todos los hospitales.

En muchas partes del mundo, las enfermeras continúan usando un uniforme blanco que consiste en un vestido y gorra. El uniforme blanco tradicional para el personal de enfermería masculino está pasando de moda, con la excepción de los estudiantes de enfermería. Se utiliza muy a menudo una túnica ya sea del estilo de cirujano dentista o el cuello con un collar av. Los colores varían con el grado, área de trabajo, y el hospital, sin embargo, el equivalente masculino de la hermana tienden a ser tonos de azul o verde oscuro: a menudo, esto es el único color para ser reconocido por el público como lo que significa una persona con autoridad.

Enfermeros generalmente llevan una túnica blanca con charreteras de un color o de la cantidad que representa el año de su formación o grado.

Uniformes tradicionales siguen siendo comunes en el TERCER MUNDO, sino también en Europa Occidental y América del Norte, la llamada «SCRUBS» o túnicas han vuelto más populares. «Scrub vestido» es un tipo simple de uniforme, y casi siempre se usan en quirófanos y salas de emergencia.

SE PUEDE CONCLUIR QUE LOS ASPECTOS PLANTEADOS PERMITEN REVALORAR LA IMPORTANCIA DEL USO CORRECTO DEL UNIFORME, COMO   ELEMENTO ESENCIAL, ENTRE OTROS, PARA UNA BUENA IMAGEN SOCIAL DE LOS ENFERMEROS Y ENFERMERAS.

LA ENFERMERA SE DISTINGUE Y TIENE IDENTIDAD PROFESIONAL POR SUS CONOCIMIENTOS, POR SU CAPACIDAD PARA DESEMPEÑARSE EN CUALQUIER ÁREA DE SU CAMPO Y POR FORMAR PARTE IMPORTANTE DEL EQUIPO DEL ÁREA DE LA SALUD. NO ES LA LÁMPARA, LA COFIA, NI LA CAPA, SÍMBOLOS DE IDENTIDAD, SINO QUE LA IDENTIDAD MISMA, LA DA LA PROPIA ENFERMERA A TRAVÉS DE SU PROFESIONALIZACIÓN CONSTANTE Y PERMANENTE.

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